ABC
|
Daños colaterales
La
debilidad financiera y una gestión anterior en entredicho han abocado
al único contratista aeronáutico andaluz de primer nivel (tier one) a
una situación dramática, que genera graves daños colaterales. Por la
base, amenaza la viabilidad de una treintena de industrias auxiliares y
de unos 200 proveedores andaluces, que dependen en gran medida de los
trabajos que subcontratan con Alestis. Por arriba, las dificultades del
tier one andaluz tocan en la línea de flotación de Airbus, su cliente
principal, para el que fabrica en exclusiva dos piezas importantes (el
cono de cola y la panza) del nuevo avión A350.
Los
retrasos o, peor aún, la quiebra de este contratista principal
impactaría en este programa y en la cuenta de resultados de Airbus. De
ahí también la importancia de sacar adelante al proveedor andaluz, para
lo que el fabricante europeo se está fajando, aportando personal técnico
de apoyo a las plantas de producción y acelerando la facturación a la
compañía por piezas entregadas para que no le falte liquidez.
«El
sector aeronáutico funciona como las piezas de un dominó: si una ficha
cae, tumba a las demás», señalan fuentes del sector. Las dificultades
por las que ya están pasando los subcontratistas de Alestis tras el
concurso, prácticamente toda la industria auxiliar andaluza, ya se han
hecho públicas. Se estima que el tier one adeuda al sector 10 millones a
los que hay que sumar otros 17 millones de trabajos contratados que han
quedado en suspenso.
En
cuanto a empleos, además de los 1.800 de la propia Alestis, hay otros
300 del tejido auxiliar y más de 1.400 de los proveedores que dependen
directamente de Alestis.
Las
lastres principales del contratista andaluz son, por un lado, una
plantilla sobredimensionada en la que han pesado como una losa la
forzada absorción de 350 exparados de Delphi en Cádiz, una integración
que fue impuesta por la Junta de Andalucía. Se trata de trabajadores
ajenos a la aeronáutica, una parte de los cuales han estado hasta junio
sujetos a una regulación temporal de empleo que puede convertirse en
definitiva. Sólo en los dos últimos años ha contratado a 700 personas.
Otro
flanco débil es una estructura demasiado grande, que se pretende
racionalizar cerrando los centros menos productivos. Los de Sevilla y
alguno de Brasil se consideran candidatos firmes a la tijera. Alestis
tiene trece centros de los que dos se localizan en el país brasileño.
El
objetivo del plan es sacar a la compañía del concurso de acreedores
saneada y lista para dar entrada a un socio inversor pactado con Airbus.