Los veteranos de Delphi son trabajadores experimentados, desaprovechados, un tipo de trabajador molesto, de otro tiempo, vigilante, afiliado a sindicatos, esos terribles ogros para los empresarios: gente rara que sabe que uno a uno, sin capacidad de negociar colectivamente, los trabajadores están condenados a volver al pasado más feo, cuando el patrón contrataba al que se ofrecía por menos, al más servil, al que no se mete en nada. Por ejemplo: trabajadores de Delphi acabaron en otra fábrica, también en Cádiz, subvencionada por la Junta, también con algo de ficción. Producía paneles fotovoltaicos, pero no se los vendían a nadie. Los trabajadores se preocuparon por el futuro de una fábrica que se tragaba su propia producción. Se preocupaban por su propio futuro laboral. La empresa decidió echar cuanto antes a los veteranos de Delphi.