
Alestis Aerospace, una firma andaluza que trata de despegar a pesar de que la coyuntura no acompaña, ha demostrado con la primera pieza del cono de cola del A350 que los proyectos podrán tardar más o menos, pero que cuando hay ganas e ilusión (lo que el dinero no paga) se pueden convertir en realidad los sueños, los proyectos. Sabemos que queda mucho por hacer, que esto no es más que el principio, pero en estos momentos es a lo que tenemos que agarrarnos. Gobierne quien gobierne en nuestro país, en nuestra región o en nuestras ciudades, haya o no elecciones, las empresas y sus proyectos no se pueden detener porque la sociedad acaba pagando las consecuencias.
Saber que esa primera pieza ha sido construida, entre otros, por operarios de la antigua fábrica de Delphi que llegaron a Alestis es otro motivo de satisfacción y una forma de decir que no todos los empleados de esa multinacional eran unos vagos que no servían para nada. Tenemos que acabar ya de una vez con esa leyenda negra que nos persigue a los que somos de este rincón del mundo y para ello hay que vender bien las cosas buenas que se hacen desde aquí, que por supuesto tienen que ser muchas más.